viernes, 2 de septiembre de 2011

LA JUVENTUD ACTUAL, Ante la crisis de Madurez y la Tentación de Vivir Siempre Jóvenes

Lo que podría ser la epidemía del siglo XXI, Crisis de Madurez, ante la tentadora sensación de vivir siempre jóvenes: SÍNDROME DE PETER PAN; cuando el ser humano no quiere crecer.Para empezar hay que aclarar que un síndrome es un conjunto de signos (la conducta de una persona) y síntomas (lo que la persona siente y por ende no lo podemos ver), con lo anterior me refiero a que un síndrome son ciertas conductas y sentimientos que experimenta una persona a consecuencia de algo que lo genera (una etiología)
 El sujeto que experimenta este trastorno, no acepta su infantilismo y se niega a modificar sus conductas. No existe en él, deseo de abandonar el mundo de la infancia, ni una conciencia del fracaso en la aproximación al mundo adulto. Se presenta en el sujeto una dificultad de aceptar normas y la necesidad de tomar responsabilidades, así como formar vínculos maduros con los demás. Esto ha dado  por ser llamado Sindrome de Peter Pan . El psicólogo Dan Kiley escribió, en el año 1983, en un libro sobre el Sindrome de Peter Pan, aplicado a hombre y mujeres que no quieren crecer. Un año más tarde usó el término de Sindrome de Wendy, para describir a mujeres y hombres que actuan  como madre/padre con su pareja o personas cercanas a él o ella. Kiley lo define como el conjunto de caracteristicas que tiene aquella persona que no sabe o no quiere renunciar a ser hijo(a), para empezar a crecer y afrontar responsabilidades de la vida adulta..
Por lo tanto, este síndrome hace referencia a aquellas personas que no quieren o se sienten incapaces de crecer, tienen un cuerpo de adulto pero una mentalidad infantil. Al final de la adolescencia, cada persona empieza a orientar su vida hacia determinada dirección. El problema se hace presente cuando surge la negación de superar esta etapa y se resiste a asumir las riendas de sus vida bajo sus responsabilidades propia del proceso de hacerse independiente. Sería como para ejemplarizar, tener cuerpo de hombre o mujer con mentalidad de niño/a. Esto ocasiona desequilibrios emocionales como: Baja autoestima, quererlo todo sin renunciar a nada,, no muestra disposición de su parte por el logro de metas y/u objetivos. Se queja de todo y culpa a los demás de sus conflictos, no siente que este en problemas o que tenga ninguna dificultad y siente que sus problemas deben ser resueltos por los demás al igual que sus necesidades, haciendo que su comportamiento siga siendo el de un/una adolescente.
Algunas características referidas al Síndrome son:
- Actitud centrada  en recibir, pedir y criticar en lugar dar y hacer.
- Si sus necesidades no son atendidas, (que le den lo que pide) se enfada
- No saben estar solo/a
-Le teme a los  compromisos y la responsabilidad, pues cree que ésto es un obstáculo para su libertad, por      eso cambian frecuentemente de pareja.
- Suelen estar rodeados de gente más jóvenes que ellos.
- Siempre están buscando nuevas maneras de divertirse.
- Son dependientes, manipuladores, rebeldes y hasta narcisistas.
- Aunque no lo demuestren son inseguros y llenos de miedos.